Luis Pedro Aguilar, es un jugador guatemalteco de 27 años que juega en la posición de armador en el baloncesto mexicano, este año participó en su segunda temporada con los Linces de la Universidad del Valle de México (UVM), campus Texcoco.
Le hicimos diez preguntas a este basquetbolista nacional que cuenta con experiencia en la Liga Nacional de Guatemala con Baja Verapaz y en preselecciones nacionales.
¿Qué significa el baloncesto para ti?
Es mi vida entera. Desde que tengo uso de razón he conocido el básquetbol, mi abuelita, mis tías, mi mamá; todas fueron seleccionadas departamentales, mi prima fue seleccionada nacional. Yo desde que tengo cuatro o cinco años empecé a agarrar una pelota de basket.
¿Qué es lo que más disfrutas en la posición de armador?
Lo que más disfruto es dar asistencias. Me he inspirado mucho en Steve Nash y Chocolate Blanco (Jason Williams), que daban asistencias fantasiosas. Me gusta mucho jugar con la defensa y mandar un pase a mi fondo y que salga una canasta muy bonita.
¿Qué se te dificulta más jugando la posición de armador?
A veces, es el juego rápido. Me gusta mucho controlar el juego y mantener la posesión del balón, hay momentos en el partido en donde me dicen “tenés que correr un poco más el balón” y les digo que me cuesta porque estoy acostumbrado a ser más pausado y a jugar más estratégicamente.
¿De qué cosas estás orgulloso en tu carrera?
Una de las más importantes es haber jugado para la preselección de Guatemala. He tenido la oportunidad de viajar a Cuba, de conocer Panamá, de visitar México; no con la Selección pero he tenido la oportunidad de ir a jugar a otros lugares representando a Guatemala. Eso es algo que me hace sentir muy orgulloso.
¿Cuál es la experiencia que más valoras dentro del baloncesto?
Fue en México cuando me tocó jugar contra Moisés Andriassi, que es uno de los seleccionados de México y jugador de Capitanes, fue una experiencia fabulosa.
¿Cómo nació la idea de ir a México?
La última visita que tuve en 2018, me habla un amigo y me dice que hay tryouts en la UVM, no estaba muy convencido pero me animé a hacer el tryout para probar el nivel. A los dos meses y medio me llama el coach y me dice “te tenemos una beca, nos gusta como jugás, nos gusta tu actitud, ¿podés venir?”
Viajé otra vez a México, me hago la entrevista y me explican cómo está todo, qué tengo que hacer y cómo ganarme el puesto dentro de la cancha. Me preguntan si estoy de acuerdo y mi respuesta fue sí.
¿Cómo resumirías tu primera temporada en México?
Muchos minutos en banca al principio. Como en cualquier equipo, te tenés que ir ganando el puesto. Lo que ayudó bastante es que siempre traté de mantener mi tipo de juego. Nosotros vamos también a un torneo nacional que se llama Interlinces, que es un torneo de todas las universidades UVM, y allí me fue donde me terminé de ganar el puesto y de consolidarme como el armador titular del equipo.
¿Cómo calificarías tu segunda temporada en México?
Mucho mejor que la segunda, desde le inicio tuve más minutos conforme el equipo se adaptaba más a mi juego. Ya era un juego en el que sabían cómo manejaba la bola y ya teníamos jugadas establecidas, eso ayudó a que el equipo se acoplara.
¿Cómo visualizas tu futuro en el baloncesto?
Espero en algún momento regresar a ser parte de la Selección, es uno de mis propósitos más grandes. Quiero intentar jugar en equipos más fuertes, ya en la primera fuerza de México. Y si Dios me lo permitiera, ya en la Liga Nacional de Baloncesto Profesional de México.
¿Cuáles son tus metas académicas?
Primero, graduarme de la Licenciatura en Diseño y Comunicación Gráfica. Luego quisiera poner una empresa de diseño, tanto en México como en Guatemala.